Martín Lutero...
Lutero en vano había apelado al papa. Sólo le quedaba un recurso; apelar al Emperador.
Se dirigió a Carlos V con estas palabras: No es presunción que quien mediante la venda evangélica a ascendido al trono de un príncipe terrenal, ni es impropio que un príncipe terrenal se incline a levantar al pobre del pueblo. Por eso, como soy pobre, presento un asunto digno. Durante tres años he buscado la Paz. Ahora me queda un sólo recurso: Apelar al César..
Lutero comentaba:
Estaba equivocado, lo admito, cuando dije que las indulgencias "eran una piadosa defraudación a los fieles" Me retracto y digo "Las indulgencias son los más impíos fraudes e imposturas de papas criminales con las cuales destruyen los bienes y corrompen las almas de los fieles...
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