EL ABUELO
30…
Una mañana estaba en el jardín con Soledad y Manuela, cuando llegó el
detective Tavera en un carro de la policía.
Manuela se quedó inmóvil. Son esos hombres creía que se había terminado
todo esto.
El detective hablo en tono oficial:
-- Tengo una orden de detención contra usted, se le acusa de haber
suministrado Eserina a Leonardo Arévalo
el 19 de septiembre. Es mi deber advertirle que todo lo que diga podrá
ser utilizado en su contra en el juicio.
-- Vamos, señora Arévalo, nos iremos enseguida.
-- ¿Qué le han hecho a Laureano?
-- El señor Bravo también está detenido.
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