EL
ABUELO
10…
La puerta se abrió. Había llegado el detective Carlos Enrique Tavera.
-- El lleva el caso,-informó mi padre.
Asentí, mientras acababa de llegar el detective Tavera. Me saludo con
afecto. Hacía varios años que nos conocíamos.
-- Estaba poniendo a Carlos al corriente,-dijo mi padre.
Leonardo Arévalo llegó muy joven, abrió un pequeño restaurante y le fue
bien. Luego abrió otro y rápido fue dueño de siete u ocho más. Todos alcanzaron
éxito.
-- Nunca cometió un error en sus negocios, dijo el detective Tavera.
Estaba también detrás de otros asuntos, añadió el detective Tavera.
Nunca hizo nada fuera de la ley. Era de esos que siempre encuentran como
sortear los momentos difíciles.
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