PARÁBOLA DE UN SOLITARIO…
Marido y mujer se sentaron a la mesa. Ella
se comportó muy amable, él notó que ella volvía a llevar el anillo de zafiro.
-- Creo,--dijo ella—que voy a tener un niño,
por fin.
-- ¿Por fin? ¡Nunca quisiste uno!
Hoy, comento él—he hablado con mi
secretario—Dice que en primavera y verano ha estado con muchas mujeres en la
taberna de la frontera.
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