ANECDOTARIO 7
Donde vivía había un acordeonista
ciego, se llamaba Gaudencio… fue seminarista. Lo echaron del seminario cuando
quedó ciego.
Se daba su maña con el acordeón. Era un verdadero artista que tocaba ese
instrumento con mucha hondura y emoción. En la casa de putas donde se ganaba la
vida ejecutaba un repertorio bastante variado.
Tenía una sobrina que se llamaba Benicia, medio prima de los Gamuza
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