ORTEGA Y EL LIBRO NIVELES.
Las
condiciones que he mencionado determinan la línea en que comienza la novela.
Sobre estas se elevan otras condiciones que producen la mayor o menor altitud
de la obra.
Los detalles que forman la textura pueden
ser observaciones triviales, o bien advertencias que sólo se hallan cuando se
busca en el abismo de la vida.
La calidad del detalle decide el rango que
corresponda al libro. En los comienzos del género, como nada estaba dicho
buenas y malas tenían que principiar por decir lo obvio.
Hoy en la gran hora de su decadencia, las
buenas y las malas novelas se diferencian mucho más.
Es pues la
ocasión para conseguir la obra perfecta. Fuera un error imaginar la
decadencia como desfavorable en todo sentido. Las decadencias de un género como
de una raza, afectan sólo al tipo medio de las obras y de los hombres.
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