LA CONCIENCIA 5
Y la desdichada al tener conciencia de esto,
sentía una doble amargura. Y le dirigía reproches, y le perdonaba reprochándose
a sí misma. Y como nada había existido en la realidad, tenía que
preguntarse si todo no había sido fruto de su imaginación.
Las víctimas causadas por él no
pasaban de pertenecer al grupo de las desdichadas, en ellas no aparecía
ningún cambio, Vivian la relación de siempre. Respetadas en el círculo de los
conocidos. Sólo ellas trataban inútilmente de reencontrarse. Pero a veces
asumía un cuerpo estático y, entonces, era pura sensualidad. Su mismo amor por
Celia está lleno de complicaciones, la misma Celia podía sentir dudas en su
alma.
Los seres humanos eran
para él solamente un estímulo cuando sucedía lo deseado, como los árboles dejan
caer sus hojas; él rejuvenecía, las hojas se marchitaban.
No hay comentarios:
Publicar un comentario