LAS NOVICIAS
Intentaba
sobreponerse para reabrir las puertas de la casa. No existía ningún indicio de
que el asesino se hubiese satisfecho de su maldad. La maestra de las novicias
pensaba que el verdugo no mataba por odio sino por razones mucho más complejas
de comprender.
El sexo
y la muerte eran el enigma del origen y del final de la tentación.
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