MEDITACIONES
4
de José Ortega y Gasset
El rencoroso
lleva en su fantasía aquel por quien siente rencor, ve el aspecto de un cadáver
a quien ha aniquilado con la intención. Y cuando lo encuentra firme y tranquilo
lo juzga como un muerto indócil, una burla y un desorden viviente a su débil
condición.
El rencor es una manera de muerte anticipada
que da al rencoroso, penetrado por un dogma y su ficción de heroísmo que le
hace creer que el adversario no tiene ni razón ni derecho.
Es la lucha con un adversario a quien se
comprende, la verdadera tolerancia, la actitud de un alma grande. La virtud de
la condescendencia es escasa en las mentes débiles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario