DISTANCIAS
11
Al toma el tren en la Central, ella
llegaría antes que él, y así fue, cuando él llegó, ella ya estaba esperándolo
en el jardín. Fumiko llevaba un vestido de algodón blanco, el cuello adornado
con cintas finas de color azul profundo.
--Es bueno vete—le hablaba mientras se
acercaba a ella.
Al ponerse de pie pareció rehuirle.
--Usted dijo eso, y he venido a negarlo.
--¿Qué, estás casada? Me sorprendí mucho.
--¿De qué estaba, o de que no estabas.
Kikuji caminó por las piedras.
--Vamos hacia adentro, podrías haber
esperado en el mirador.
Yo había regresado de un viaje, Kurimoto
entró de improviso. Era de noche.
--¿Qué
dijo exactamente la señorita Kurimoto?
--Sólo que estabas casada.
--¿Lo creyó?
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