ELOGIO DE LA SOLEDAD 2
No la
obligada, maldita soledad del prisionero recluido en la celda…
…la soledad ha de ser libre. Soledad en medio de nuestros semejantes o soledad en el
campo. Soledad de los largos viajes. Dicha perfecta de las ciudades cuya lengua
no entendemos. ¡Qué bien se vive sin tener que hablar, sin poder hablar…
…Por instantes, también ya la palabra no es
indispensable, puesto que hemos aprendido a adivinarnos. ¡La soledad entonces
semeja un arte. Soledad sencilla, pura y simple soledad! ¡Soledad del
carpintero que trabaja silencioso un día y otro inclinado sobre el banco,
puliendo con esmero las arista del leño doloroso…
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