MARÍA
2
¿Cómo
convertir en palabras las impresiones del corazón, los misterios del alma?
¿Cómo
decir todo lo experimentado, lo que se ha pensado, todo lo que proporcionó
deleite aquella tarde?
La luna se
reflejaba en el espejo del agua, se sentía la fuerza del viento.
María se
puso a hablar, me hechizó con el tono de su voz. Estaba cerca de mí, sentí el
contacto con su hombro, el roce de su falda, levantaba su mirada al cielo. Así
parecía un ángel.
Estaba
ebrio de amor, me dejaba arrastrar por todo. La voz de María, dulce y vibrante.
¿Acaso podría describir la melodía de la
voz, los ecos de su sonrisa, describir la belleza de su mirada?
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