LA
HISTORIA DE PACO 9
Después se comenzaba a viajar con cierta
rapidez; había caballos de repuesto en las postas. La galera era un carro
pintado de colores vivos. Su contextura era recia, como para los baches del
camino. Los caballos semi-salvajes, dominados a medio domar, eran briosos,
violentos pero veloces.
La
tierra era todavía libre como el aire o la luz, salvaje, sin dueño, sin señor.
Se podía andar sin pedir permiso a
nadie. Eso era la llanura, una promesa de libertad.
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