EROTISMO 12
Llegaron a la casa ella y el muchacho que
cargaba las compras, pago la propina y puso en la carretilla los paquetes. Con
la carretilla, después de un largo rodeo llegó a un sitio donde no se veía más
que un muro sin alguna seña que indicara que allí era la entrada, después de
mirar en su contorno tocó la pared en un punto determinado, presionó y el muro
se corrió dejando a la vista un largo zaguán.
El carnicero observó con total atención todo
lo que acontecía y luego de esperar un espacio de tiempo, él hizo lo propio
para ingresar a la casa.
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