LA HISTORIA DE PACO 5
El
degüello era la justicia, el saqueo la paga, la crueldad iba en ancas de la tragedia,
las mujeres eran violadas, los hombres estoqueadas. No quedaba piedra sobre
piedra. El odio reinaba sobre la miseria y la venganza se satisfacía con
cenizas.
Había
que reconstruir la pequeña ciudad por cuyas calles paseaba tranquilamente el viento
del desierto, porque la ciudad era el desierto.
Los
paisajes que acariciaron los ojos de Paco le dieron la música como sensibilidad
para siempre. La soledad y los episodios de violencia sembraron en su espíritu
la ilusión de una patria en donde el
poder del hombre estuviera confirmado por la ocupación de la tierra.
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