Una
mujer desgarra su vestido para vendar un herido. Más allá un cirujano cauteriza
la herida desgarrada con un hierro al rojo.
3
No es
lo mismo defender que atacar. El que ataca tiene como alternativa la
posibilidad de retroceder, al que defiende, la única posibilidad es morir. Pero
de pronto, cesa aquella vorágine de odio y de terror.
Paco
avanza en forma bien organizada. Aquella noche el pueblo era un campamento
después de un combate, olía a sudor, a cenizas, a pólvora, se oía el rumor de
las oraciones.
Al día siguiente volvió Paco, una sonrisa
victoriosa decoraba su rostro embarrado y con su ropa hecha trizas. Había
vencido
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