CAÑASGORDAS 23
Desmóntese aquí.
-- ¿Pero qué hicieron con usted esos soldados?
-- Me llevaron a la casa del ayuntamiento.
Comprendí que ya esa noche no me darían libertad y me tendí como todos los
demás en el enladrillado del corredor.
A las tres de la mañana nos hicieron
levantar, éramos como cuarenta. A esa hora salimos formados de a dos en fondo a órdenes de un teniente Prieto para tomar camino a las juntas de Dagua. Eran
las cuatro cuando oímos las campanadas del alba en la torre de San Francisco,
nuestro viaje no sufrí demora alguna. Al
salir al mar fuimos recibidos en un pequeño navío que nos condujo a Cartagena
No hay comentarios:
Publicar un comentario