CAÑASGORDAS 36
Un instante después entró Daniel. Don Manuel
lo abrazó y luego se puso a contemplarlo
En ese momento llegó doña Inés, seria,
pálida, impasible.
-- Doña Inés: ¿es verdad que vuesa merced quiere
casarse con Daniel?
Doña Inés se
alarmó, se puso más pálida, y contestó:
-- ¿Quién ha dicho tal cosa?
Al decir
esto y ver a Daniel se le oprimió el corazón de tal manera que no pudo resistir
y rompió en llanto. Se cubrió el rostro con el pañuelo.
-- Don Manuel la dejó llorar y volviéndose a
Daniel le dijo: ¿Y tú también lo negarás? ¿No es cierto que quieras casarte con
coña Inés?
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